Mundo en versos

Mi mundo en versos 2022

V Concurso Interno de Declamación y Composición Poética

Mi mundo en versos, un evento que nace del corazón de seres sensibles como lo son los docentes de Lengua y Literatura para quienes es muy gratificante ver cómo sus estudiantes participan y se destacan en eventos significativamente competitivos y no solo reflejan lo aprendido, sino hacen suya la demostración práctica de sus habilidades histriónicas combinadas con la tecnología y la ambientación. Algunos con talentos innatos y otros que recién descubren lo que se puede lograr con un corazón dispuesto.

Vemos el crecimiento de su creatividad, de su deseo de ser mejores y cómo disfrutan sus logros en medio de las dificultades que plantea la situación de crisis actual.

TE PRESENTAMOS A LOS GANADORES DEL V CONCURSO INTERNO DE DECLAMACIÓN Y COMPOSICIÓN POÉTICA

Poemas inéditos

Conoce la inventiva de nuestros estudiantes

APÓCRIFA

Dicen que te cortaste el cabello
y que ahí acabó tu femineidad.
Dicen, que tu inquietud de siempre ir más allá
a buscar perpetuamente ese deseo de ser un aclla
te volvió una tránsfuga del gremio.
¡Te volviste la costilla de Adán!

Dicen, trastorno del tipo indeleble,
que parece nunca querer compadecerse de ti
y de tu barco que navega
el mar de lo que es ser en realidad uno mismo
¿Acaso tienes un nombre?

Decidiendo entre ser
una de esas femme fatale de las que tanto se escribe
mujer esbelta, aspiras a ser una mísstica. Deja caer tu yugo.
Sé tú, tal vez ahí alguien te mire.
Te fijas más en tu sombra, ¡Tonta tú! una vez que el sol se apague… Se pudrirá la silueta.
No te fijas en el dolor que sientes
por haber caminado tanto, con el peso Sísifo de llevar a alguien que no eres por delante
Y, aún así, sigues nimia, desesperada
Por alcanzar, por casualidad, esa oportunidad de por fin dejar de ser;
un pájaro azul
al que nunca le sirvieron las alas.
(Rebeca Morillo)

Confesiones en la penumbra

Creí haberte perdido
en la fallida búsqueda de la felicidad,
eterna e incomprensible,
y solo con el escalofrío en mi cuerpo supe la verdad.
Creí haberte esquivado en su momento
y hoy sucumbo otra vez ante las lágrimas,
que de mis ojos rozan las mejillas hasta el papel.
Lágrimas con las que construí el escudo que destruiste
mientras dejabas mi vulnerabilidad al desnudo;
en franca visita inoportuna y silenciosa
que me persigue con su sombra.

Maldigo una y mil veces tu existencia
y dentro de mí te escondes,
enemiga y distante,
hasta ahogarme en la pesadumbre,
esclava de las píldoras,
sin poder escribir sobre amor, dicha y gozo.
Aunque estos sean mis últimos versos
y cada letra me cueste un mundo escribirlas.

La noche se deshace y el silencio se agrieta
y brilla esa última estrella,
mientras desvanezco en zozobras mi confesión;
solo espero que mis versos no sean olvidados
al marcharme entre aplausos
el vacío y un grito desesperado.
(Emily Carolina Flores Torres)

Plegaria de un ángel terrenal

¿Dónde está la Paz?
me pregunto a deshoras en el clamor
de una nostalgia que se trastoca en silencio
como eco taciturno que me despoja de la verdad
de amores y sueños

¿Dónde está…?
si del laurel y sus níveas plumas solo percibo
la silueta y el vacío en nuestros corazones
el llanto de niños hambrientos
los gritos de una madre
que sucumbe ante la lluvia de metal
y se deshace entre lo que es y
sus recuerdos

¿Dónde?
si en medio de la penumbra y el polvo
no bastan migajas de pan para llamarle
ni el candil de mi ventana le guía a casa
si es que aún tenemos dónde
y todavía estamos vivos

Señor, tú que lo puedes
permíteme reinventar un mañana
donde la Paz descanse en
mi regazo mi madre me acaricie el rostro
y las orquídeas sigan siendo flores
al caer la tarde .
(Sebastián Guamán Bastidas)